domingo, 2 de agosto de 2009

Arrogancia y usura engordan alimentos, viviendas y autos

Destapó la olla mediática Guillermo Zuloaga

Indepabis: En Venezuela, a la fecha, se han rescatado de la especulación, aproximadamente, 2 mil toneladas de alimentos acaparados o vía a la frontera, 25 mil viviendas rescatadas del IPC y más de 6 mil autos se liberaron al mercado a precio regulado. Procedimientos legales acelerados luego que la Contraloría Social alertó sobre 24 autos extrañamente estacionados en residencia de Guillermo Zuloaga.

Desde que Venezuela inició su proceso de cambio político hacia el socialismo, algunos empresarios han decidido, además de engordar cochinos para la fiesta decembrina, abultar los precios de alimentos, vivienda y autos entre otros insumos básicos como intento de crear incertidumbre y mantener un infinito goce material a costilla de toda una población que hace apenas unos años ha logrado disfrutar del consabido pernil navideño. Algunos empresarios venezolanos, en su engreimiento, incluyen en sus actividades regulares el contrabando y costos paralelos, todavía el sistema capitalista hace difícil un comercio justo para los pueblos. El titular del Ministerio del Poder Popular para el Comercio y presidente de Indepabis, Eduardo Samán, articulado con la Contraloría Social hace frente al abuso, a la usura y a la especulación.


El mercadeo ilegal y la retención de los alimentos de parte de grandes empresas, lleva a la fingida inexistencia en los anaqueles y a la especulación en supermercados y en la venta informal, siendo perjudicado el usuario final. Se modifican los precios y observamos como el kilo de arroz, por ejemplo, se ha llegado a vender entre 6 y 7 BsF, siendo su precio regulado de 2,33 BsF. El Instituto para la Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios (Indepabis) ha realizado allanamientos a productoras de alimentos como la Polar, Arroz Mary, etc., donde se constató el delito de acaparamiento. Indepabis procedió al decomiso y a la venta al público a precio regulado.



Veamos lo que pasa con la vivienda. El precio de un espacio familiar digno estaba siendo especulado por las constructoras utilizando, de forma fraudulenta, la figura del Impuesto de Producción al Consumidor (IPC), con el que llegó triplicar el valor del bien inmobiliario. El IPC ya ha sido eliminado, más de 25 mil familias se organizaron y presentaron las denuncias de cómo estaban siendo estafadas y pueden hoy aspirar a su vivienda propia. El diputado de la Asamblea Nacional y el presidente de la Comisión Permanente de Participación Ciudadana, Darío Vivas, siguen recibiendo y procesando denuncias al respecto.



¿Y el auto? ¿Cuánto me robaron? Y… ¿Cuándo me lo entregan? Este, lamentablemente no es el último calvario. Podemos empezar agradeciendo a Guillermo Zuloaga por prestar una de sus residencias para el depósito de 24 de los vehículos que esperábamos en cola del concesionario, lo que facilitó a la Contraloría Social detectar nuestras pertenencias. El Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC) junto a otros organismos policiales, el Servicio Nacional Integral de Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT), Indepabis y otros entes del Estado, presentes en el allanamiento a la empresa Toyoclub, se vieron implicados en el show mediático dirigido por la perla de la abogacía, la Doctora Jaimes.

La Dra. Perla Jaimes, se presentó también como la joya de la arrogancia, digna representante de los Zuloaga o de algún otro empresario con exceso de insolencia. Los artilugios legales de la abogada para defender lo indefendible, ante la clara evidencia demostrada de acaparamiento de autos para incrementar las ganancias hasta un 150%, quedaron evidenciados al entorpecer el procedimiento del CICPC y otros organismos presentes y al no presentar la documentación legal requerida.

Venezuela se ha destacado a nivel internacional en innumerables aspectos, sin embargo es curioso haber visto en la serie Escena del Crimen, un enlatado de Televen, el caso de un traficante de autos que prefería el mercado venezolano donde podía negociar hasta cinco veces su valor real. No podemos afirmar que el traficante negociaba con el flamante presidente de Globoterror, perdón, Globovisión, Guillermo Zuloaga. Lo que si sabemos es que ya sobrepasa los 6 mil vehículos rescatados de estacionamientos o depósitos ilegales, lo que ha permitido la posibilidad de que las personas interesadas accedan a este bien de modo justo.


Hoy Guillermo Zuloaga, aunque él no lo crea, está imputado por usura genérica y agavillamiento, y está en espera la acusación correspondiente por supuesto delito ambientalista contra animales en vía de extinción. No conocemos las artimañas legales de las que hará uso para ver si sale librado de ésta, lo que si sabemos es que, se ha visto en la obligación de bajar sus ganancias hasta un 17%, por ahora. Zuloaga, por supuesto, no le preocupan estas acusaciones y, cual espectacular David Coperfield armado además de la presidencia de su cañón mediático Globovisión, transfigura su ser victimario en víctima del proceso político que adversa con su alma. Como todo “buen mago” necesita ayudantes y su sombrero de copa es la caja negra de una televisora con larga trayectoria en el arte de hacer ver lo que no es: Globoterror.




Ciertamente que cuando el mercado se viste de arrogancia y usura engorda alimentos, viviendas y autos, destapando la olla mediática Guillermo Zuloaga. También es cierto que en el arte de transfigurar y realizar malabarismos, el pueblo venezolano organizado y los entes del estado encargados de protegernos del abuso, la usura y la especulación, nos hemos adiestrado en descubrir las tretas de magos caducos y farsantes. En el camino que se ha trazado Venezuela hacia el socialismo del siglo XXI ya el capitalismo va cediendo espacios y no hay magia blanca o negra que tenga el poder de permitirles volver.
Redacción y fotos: Celibeth Barrios, Héctor Cabrera, Tibisay Castillo y Yaquelin Chanduví
Estudiantes de VIII Semestre de Comunicación Social
Aldea Universitaria: "José Agustín Marquiegui
Sector UD3 - Caricuao
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